Sólo necesito
tu tierna mirada de pálida muchacha,
necesito invadir tus sueños
cuando estás condenada a soñar
sinceras palabras,
y espigas movidas por el viento
en los campos del ayer.
Necesito encontrar el espacio
que hay entre tu dulce sonrisa
y tu paciente personalidad,
donde los imposibles
siembran esperanzas
de encontrar la confianza derrotada.
Necesito que descubras
tu tristeza y mi tristeza,
para que juntas puedan estallar en risas.
Necesito que te mires
en un mar imaginario y claro,
donde no verás tu rostro,
sino mis ojos mirando tus ojos.
José Manuel Serna ®