Alberto Pancorbo
Ahora
que cruzas
indiferente
esa puerta,
sin mostrar asombro
alguno
sobre lo que el
tiempo precipitó
en este lugar.
Ahora
que la interminable
noche
parece haber roto la
imagen
de las mil preguntas,
fragmentado el equilibrio del sentimiento.
Ahora
que la rabia
contenida,
en horas
interminables,
se desvanece
como viento sin
destino.
Ahora
he dejado que el eco
de tu voz
flote en la penumbra,
y
se deposite como el
polvo
sobre mi.
©José Manuel Serna