Y sin embargo el día
va marcando huellas
sobre un gesto de la
mano,
poco o mucho voy
comprendiendo
esos raros instantes
en que uno
quiere volver a
tras,
a la impenetrable
forma de tu ausencia.
A ese recuerdo que
se agrieta,
en cierto modo, en
el rostro
ya sin recelo ni
amargura,
para nacer de nuevo
o rehacer una mala
copia del original,
y sin embargo ni
siquiera el tiempo,
con sonrisa macabra,
va desligando
amarras
en esta breve o
larga partida.
Hazme sentir que
estás cerca,
haz que las imágenes
queden solas en la retina
de esa eternidad
interrumpida.
Hazme sentir que te
busco
o que me pides te
saque del olvido.
©José Manuel Serna
León