István Sándorfi
Es terrible no saber
a donde ir
en la noche
solitaria,
cuando todos los
caminos
me conducen a ella.
La he vuelto ha
encontrar
sentada entre la
multitud,
su cara de niña,
la mirada perdida,
labios fresa
juvenil…
Débil en su
presencia,
tembloroso como una
hoja
no puedo apartar los
ojos de ella.
Es terrible o sorprendente
que en mis sueños,
paso de verla a no
verla
en décimas de
segundo.
©José Manuel Serna