martes, 30 de abril de 2013

ES TERRIBLE NO SABER...

István Sándorfi





Es terrible no saber a donde ir
en la noche solitaria,
cuando todos los caminos
me conducen a ella.

La he vuelto ha encontrar
sentada entre la multitud,
su cara de niña,
la mirada perdida,
labios fresa juvenil…
Débil en su presencia,
tembloroso como una hoja
no puedo apartar los ojos de ella.

Es terrible o sorprendente
que en mis sueños,
paso de verla a no verla
en décimas de segundo.





©José Manuel Serna

martes, 23 de abril de 2013

NO IMPORTA...





No importa que estés lejos,
que no pueda decirte nada,
que tu mano no roce la mía,
que tus brazos, mientras tiemblo,
no abracen mi cuerpo,
que tus vivos ojos,
en una tarde sin día,
se fijen en los míos,
que tus labios no besen mi boca.

No importa que mis palabras
no encuentren el eco de las tuyas,
que no escuche tu voz
a través del susurro del viento,
que la tormenta te aleje;
pues siempre te recordaré
como en aquellos días
en los que fui lluvia
de besos sobre tu cuerpo.




©José Manuel Serna



miércoles, 17 de abril de 2013

AMANECE...






Amanece, y lentamente
se desmoronan los colores de la tiniebla,
los sueños como alas rotas
huyen despavoridos entre
los últimos jirones de la luz.
Suenan los ecos de la palabra
en tu universo iluminado,
donde todavía, a fuerza de esperarse,
el amor se explica
con humildes palabras.






©José Manuel Serna



miércoles, 10 de abril de 2013

EL SILENCIO



No oigo su voz
ni tampoco sus respuestas,
este silencio está vacío
sin contenido, no tiene nada.
Es ausencia, es carencia
de toda forma ni medida,
no percibo su aroma,
tampoco su color,
ningún sonido.

¿Cómo puedo imaginar
algo que no existe?
Y sin embargo, aún sin existencia,
habita en mí,
ocupa el espacio que dejaron
nuestros sueños.

Este silencio navega solitario
en los mares del vacío,
no lo perciben mis oídos
pero se que está.
Aunque no tiene boca
puede tragarse el mundo.
Es la boca voraz de la nada
y devora todo lo que está vivo.



©José Manuel Serna


martes, 2 de abril de 2013

UNA MIRADA...




Una mirada en la tarde,
y en el instante
una breve sombra, aguda
sobre el silencio indefinido
y frente a tus ojos.

Una mirada en la tarde,
y no morir
entre la quietud de no ser
todo parece allanarse
a pesar de nuestras huellas.

Una mirada en la tarde,
y oscura
raíz impasible que ambiciona
la sensitiva soledad
de tu callada nostalgia.

Una tarde en tu mirada,
bello desamparo
que agoniza en mi conciencia
el inquieto reflejo
que jamás ha existido.
 




©José Manuel Serna