miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA CARTA






Me he puesto a escribirte
y los renglones a estrecharse,
se me hace imposible
nadar en el río del olvido,
y desandar
 los caminos del pasado.

Me he puesto a escribirte
y las palabras se diluyen
inevitables,
como la urgente necesidad
de buscar
los sentimientos perdidos
entre las naves hundidas.

 
 


©José Manuel Serna







viernes, 23 de noviembre de 2012

ELLA

Denis Nuñez Rodríguez





Acudió a la cita
al final de la hora precisa
misteriosa
como doncella condenada,
como niña pálida,
a quien la muerte
sorprende dormida.
Contempló indecisa
el extraño vértigo
de los juegos prohibidos.
Soportó las injurias
y el verbo fácil
de boca de los hombres,
sentada en el sueño de la palabra.
Resuelta y decidida
supo del lugar exacto
y se presentó para dar final
a todo un cúmulo de habladurías.





©José Manuel Serna




lunes, 19 de noviembre de 2012

DONDE DUERME EL TIEMPO


Jardines del Generalife




Del soplo misterioso de los cipreses
se adormecía el jardín,
donde una persistente modorra
hizo sobrevivir el silencio
escrito en las nubes del cielo.

La penumbra del ramaje,
atravesada por dardos solares,
sobre el sendero alfombrado de hojas,
detuvo las manecillas del reloj.

Un océano infinito de flores:
tulipanes, rosas y narcisos,
dormitan en el eco profundo
de los rumores del agua,
mientras los pajarillos juguetean
con la inocencia de los amores
furtivos del ayer.






©José Manuel Serna

  



martes, 13 de noviembre de 2012

ALGUIEN...

Denis Nuñez Rodríguez






Alguien a su manera
en mis manos derramó
flores del jardín oscuro,
lirios y jazmines
para cubrir el luto
marchito de nuestros besos.
Alguien presentó
un vaso repleto de aire
para que bebiesen
tus labios y los míos.





©José Manuel Serna


miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL GUARDIAN DE LOS RECUERDOS

STEVE HANKS




Lo que antes
nació de la tristeza,
cambió la espera
levantando sus ganas
ocultas de vivir.
El era su amigo,
su guardián
de las cosas pequeñas,
él que le hacía sentir
la sensibilidad de las horas
navegando en el silencio.
Su cara, un rumor,
sus ojos, mágica luz,
sus manos, caricia perdida;
toda ella sintió el abandono
pero soñó la cercanía,
el dulce despertar
de la ilusión olvidada.






©José Manuel Serna