miércoles, 7 de diciembre de 2016

DAME, AMOR,...




Dame, amor,
el incendio de tu piel,
dame una vena furtiva
para derramar mi sangre
de pétalos rojos
sobre la sombra de tu cuello,
como sutil perfume.
Tus ojos, tus labios,
esto es lo que yo veo
 sobre todas las cosas,
mientras mis manos
guardan la lluvia de estambres,
el resquicio por donde pensarte
como un poema que bate el aire
entre el oleaje de las páginas,
entre la espuma voladora de las gaviotas.
Dame, amor,
el nervio de tus dedos
para que de esa forma no sienta
la herida que sobrevive a tu corazón,
y sea la mano que me guíe en tu sueño.




©José Manuel Serna