viernes, 8 de noviembre de 2019

MIENTRAS MIS MANOS...




Mientras mis manos llenen
la raíz del espejo de tu mirada
en el silencio más brutal,
ese el que nadie ve,
pero duerme
sobre las palabras ebrias,
sobre versos
resquicio de turbia oscuridad.

Mientras extraño sea el día
en que mis manos sean causa de vida,
y ese ángel que paso entre nosotros
no te reconozca
y te robe la luz,
el incendio de las tempestades,
la voz que disputa
el silencio más elocuente.

Mientras mis manos se dediquen
a propagar analogías que reluzcan
para el sombrío viento del noroeste,
en el pasillo de la memoria,
fugaz cortesía de tu mirada,
y el negro será el color
de la intimidad encalada de mi muerte.

Mientras mis manos me lleven
a comenzar mi historia
por debajo de las profundidades,
(para cuando esto esté sucediendo)
se bien que entonces seré nube,
anclada entre las raíces
de un viaje de amor terrible,
seré alma que escribe tu nombre,
seré el silencio que envuelve tu recuerdo,
seré el final de un poema.



©José Manuel Serna León



viernes, 4 de octubre de 2019

REGRESO




Allí,
donde nadie espera nada,
vuelvo a encontrar
la medida exacta
entre hablar o estar callado,
hallo el sitio
donde tienen cabida
la memoria y el olvido,
donde derrumbarme o resurgir
como el ave fénix.
Da igual el modo
y el lugar para sobrevivir
pero allí,
donde nadie espera nada,
me encontrarás
haciendo de tu regreso
mi religión.



©José Manuel Serna León


jueves, 26 de septiembre de 2019

EL AMANCER...



El amanecer diluía mi cuerpo
en una luz silenciosa y oscura
rebosando el día
con su destemplado resplandor,
marchito el aire,
la fuerza que nos dice quien somos
engendraba una paz,
una calma ingrávida.
Será porque la lluvia
depositaba cada gota,
cada beso
en el monótono impermeable
de tus días,
y no necesitaba el esfuerzo
de inventar cada aliento
que recorría el destino
sin detenerse en ti.


©José Manuel Serna León



miércoles, 11 de septiembre de 2019



JUEGO DE ALMAS


            Aún de la mano de tu silencio
me dejo llevar por el reflejo
de la luna en tus labios…
siempre mudos
en la imposible frágil noche,
porque me remueve el peligro
de vivir lo que no tiene vida,
la respuesta sin pregunta,
el sueño que cada medianoche
cae al suelo como espejos rotos,
como el vacío que siempre
estuvo en mi recuerdo,
como el cansancio que habita
el reencuentro.
Y sin embargo los días
nos llaman a buscarnos los dos,
solos los dos,
en el triste sudario que cubre
la pausa del tiempo,
autorizados por la muerte,
asombrados por el cristal de la vida
en este juego de almas que no encuentran
ni el tiempo, ni el lugar,
para sobrevivir a esta envoltura fantasma
que un día del pasado
conspiró contra nosotros.



©José Manuel Serna León