Allí,
donde nadie espera nada,
vuelvo a encontrar
la medida exacta
entre hablar o estar callado,
hallo el sitio
donde tienen cabida
la memoria y el olvido,
donde derrumbarme o resurgir
como el ave fénix.
Da igual el modo
y el lugar para sobrevivir
pero allí,
donde nadie espera nada,
me encontrarás
haciendo de tu regreso
mi religión.
©José Manuel Serna León
3 comentarios:
Qué bonito ese final. Un placer disfrutar de nuevo de tus versos.
Besos, poeta.
La religión de este poema, es para serle fiel toda la vida.
Feliz semana José Manuel.
Un beso
Al fin y al cabo, es lo que importa entre el derrumbe y el renacer.
Bellísimo poema.
Besos.
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