Aprendí
a concederme dudas
sobre el olvido
que
puebla esta orilla,
el
suave recordatorio
que
asoma tras los muros
y
alcanza el contacto
contrario
a tu cercanía.
Ocupé
el resquicio vacío
de tu
memoria
borrando
los caminos,
desencajando
sueños
repletos
de besos ausentes,
que
blanqueo en la atormentada
mitad
de mi cuerpo.
Perseguí
el secreto de tus palabras
sobre
los silencios,
cuyas
espinas cautivan
esa
amarga soledad
que me
llama entre la maleza,
de los
labios dormidos,
de las
páginas oscuras de tu regreso.
©José
Manuel Serna
16 comentarios:
en la vida las lecciones más precisas logran quedarse fijas al hueso y a la memoria emocional firmemente
precioso poema JOSE
asimilar experiencias nos hace crecer y avanzar
besitos
Contigo... Aprendí. También en la esperanza.
Un abrazo
Aprender a ser silencio, a ser olvido, a saborear el amargor de los sentimientos, a olvidar... es tan dificil olvidar cuando ha habido amor...
Muy bello tu poema, es de esos que se te quedan grabados en la retina y en el alma por la profundidad de su significado, me ha encantado, José Manuel.
Un beso.
La vida es una escuela. Estamos acá para aprender y hasta que no terminamos los deberes y bien no se termina nuestro camino.
Me encantó José Manuel como me gustan siempre tus poemas.
Besos del alma. :)
Duele aprender cuando se ocupa un lugar vacío,cuando el silencio es elocuente y desgarrador...Pero,aparece el SER, que se agarra a la inspiración y crea de nuevo la vida,la fé y la esperanza...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tus profundos temas,amigo.
Feliz semana,José Manuel.
M.Jesús
Aprender… siempre es bueno, o casi siempre, teniendo buen maestro, ganas, y sobre todo corazón para discernir lo correcto… más o menos. Como siempre, genial tu entrada. Un abrazo.
Toda una vida bajo o sobre el anhelo. El anhelo hacia una quimera o una realidad efímera o una ausencia perenne...Anhelos.
Abrazos
Y es que el recuerdo se dilata en la memoria haciéndola distancia insalvable y sin embargo, a veces tan corta como el amor que fue y dejó el rescoldo.
Besos.
Siempre aprendemos, el amor es un libro que nunca se termina de conocer. Cada persona es una nueva página.
mariarosa
Difícil aprendizaje pero necesario, José manuel.
La ausencia y los silencios requieren dicho aprendizaje para seguir viviendo.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Se aprende cuando el olvido, la soledad y el silencio clava sus espinas y los caminos desaparecen como queriendo borrar el recuerdo…
Me ha encantado José M.
Aun en el dolor aprendemos
Bello poema
Abrazos
Las espinas a menudo son nuestras mejores musas.
Besos.
Qué bellos versos has escrito , J Manuel.
Enhorabuena.
Un beso.
feliz fin de semana JOSE
besitos
mil gracias por tu huella
:D
En la vida, a veces es duro aprender, como cuando se trata del olvido.
Saludos y bonita semana, José Manuel.
Publicar un comentario