Los días sin ti
se hacen interminables
como sendero sin fin.
Las horas transcurren
paso sobre paso
haciendo camino,
en la siesta
inundada de horas.
Delante del cuaderno
mis manos se inquietan
y corren como tinta derramada.
El calor de la calle
pelea por entrar
en mi tenue estancia,
y una lágrima furtiva
se abre paso
por mi delgada mejilla.
Me falta tu presencia.
Se me agota la vida.
José Manuel Serna©
13 comentarios:
Ni porque es verano...
No hay manera de dejar atrás según que recuerdo, según qué vacío...
Muy hermoso
Abrazos
No tengo capacidad de Internet para casi nada...
pero tu poesía me ha llegado al alma...
"Me falta tu presencia.
Me falta la vida."
¡Magnifica¡
Hasta pronto,un gran abrazo.
La gran asuencia del amor que ha sido o se sueña. Uno real el otro ilusorio, los dos dolorosos.
Y tú en en estos versos encallas tu sentir poetico.
Precioso, a mí el romanticismo siempre me pudo.
Un abrazo con el deseo de calmar la ansiedad o angustia del amor perdido o no encontrado.
qué así es!!!
y todo se nos hace un abismo sin la presencia del amado
me ha gustado mucho tu decir José, hay pasión contenida en tu poema
besitos
QUé triste sentir que se agota la vida sin alguien. Me dolió.
Un abrazo grandote y agradecido.
feliz fin de semana!!!
abrazooooo
seguro que ademas de interminables son dolorosos, es lo que tiene la ausencia.
Precioso, y duele leerlo.
Hay ausencias que nos matan silenciosamente.
Este poema me ha taladrado.
Besos
Espero que la ausencia no te duela demasiado. Busca un rinconcito para encontrarte un rato...
Besos
abrazos y besitos pa'la semana José, muchas gracias por tus huellas
Las ausencias dejan vacíos insondables.
Es terrible sentir esa herida que lacera el alma, parece que los días son interminables... hasta que llega el sosiego.
Besos
Pd yo no puedo imaginar tus 40 grados de calor porque tengo 8 jijiii.
Se ve mucho dolor recorriendo las venas de tus versos, pero que bonito poema te ha arrancado la ausencia.
Un saludo
Hola, Jose Manuel, estoy disfrutando de tus versos, clavados, bien inspirados, cadentes y cargados de lírica.
Sigo leyendo en tu blog.
Un abrazo
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