He me aquí ante este descomunal edificio, arquitectura simple,
formas rectas, semblante pétreo, ventanas por doquier
vestidas por amplias rejas sin forja.
Los negros nubarrones dan paso a una lluvia fina pero
intensa, comienzo a empaparme de la cabeza a los
pies. Los gorriones se refugian bajo las incoloras cornisas
del tejado. Octubre acaba de dar sus primeros pasos,
un calor sofocante asciende desde el suelo, y me
inunda por momentos provocando una sensación de asfixia
interior.
La amplia escalinata de piedra artificial me abre paso
a un pasillo, largo y oscuro. La soledad deja un eco frío
e inútil entre aquellos muros, hoy tan solitarios otrora
llenos de ruidosa vida.
Mis pasos apresurados me llevan al final del corredor,
empujo la puerta y un enorme salón de actos repleto
de butacas, donde el polvo duerme hace años,
aparece ante mis ojos. No puedo evitar fijarme en la
última fila, alguien está sentado en la penumbra.
Me dirijo hacia él con el corazón a velocidad frenética
y la boca seca donde la saliva se ha convertido en
pegamento.
Cuando llego hasta aquella figura humana, la sangre
se me hiela en las venas, allí estaba yo con treinta
años menos esperando tu regreso, esperando un sueño,
el de la ausencia.
José Manuel Serna©
14 comentarios:
Lo he leído dos veces...y he estado dentro de ese polvoriento salón de actos hace treinta años...
Lo describes tan real que he sentido frió en su oscuridad.
Un fuerte abrazo, que dulcifique la ausencia...
Totalmente transportada he asistido a cada acto, a cada sensación...
José Manuel, hay algunas esperas que por muchos años que pasen, siguen intactas.
Besos
ESPERANDO UN SUEÑO LEJANO HERMANADO CON LA AUSENCIA... HAY VACIOS QUE SON ETERNOS.
UN BESO
ME ENCANTÓ ESTE RELATO, EL FINAL NO LO ESPERABA...
CARIÑOS
Hermoso y triste,pero esto último, más por la sorpresa del desencanto producido por la mirada retrospectiva y ese especie de lamento interior al verse tan lejos de ese ayer.
No hay que anclarse en esas imágenes porque los presentes también tienen cosas buenas que entonces no existían.
Yo al menos es lo que me digo.
Besos.
Perpetuado en el tiempo. Allí quedó inerme tu espíritu, en el mismo momento de su adiós.
No hay camino adelante ni hacia atrás. En el recuerdo el dolor permanece grabado.
Abrazos
un pasaje del tiempo nos has compartido, foto y texto amalgamados en absoluto
esperar un sueño como la Penélope
mientras hacer realidad los más simples
besitos y luz
buen fin de semana
La sangre helada en las venas, esperando su regreso... desde el paso del tiempo, desde la nostalgia del recuerdo, desde la boca seca y la soledad.
Me ha encantado este poema, aunque triste, muy bello y tierno.
Un beso.
Volver de esa manera tan irreal al recuerdo de la espera, de la ausencia. Muy buen texto José Manuel. Muy bien descrita la escena y el sentir. Lo he disfrutado. Gracias.
Besos.
José Manuel,impresionante ese "viaje al pasado"donde persiste tu espíritu en la espera...Una espera,que,sin embargo, camina hacia adelante,asi lo veo en tu consciencia,tu madurez,tu sensibilidad y tu bella lírica,que a todos nos emociona y nos impulsa a seguir creando la vida.
Mi felicitación por tu rotundo y entrañable poema.
Mi abrazo inmenso por tu cercanía,amigo.
M.Jesús
A veces, el pasado pesa como una losa.
Visitar los espacios vacíos que se han ido quedando en nuestras vidas suele ser doloroso... Aunque si lo piensas bien, si les dedicamos poesías es que muy vacíos no están, porque seguimos recordando...
Esperando un sueño, el de la ausencia... Será el sueño que terminaremos cumpliendo todos, por terrible que nos parezca...
Besos
Triste el volver a renacer recuerdos del pasado, a veces vamos por la vida mirando hacia atrás pensando en lo que pudo haber sido y no fue…el pasado a algunas personas les pesa como una losa. Nostalgias, amores que un día fueron todo en nuestra vida y hoy son solo recuerdos.
Mi felicitación José Manuel
Un inmenso y cálido abrazo
HOLA JOSÉ
GRACIAS POR PASAR A VISITARME AMIGO MIO.
LA VERDAD ES QUE ME SIENTO MUY FELIZ CON LOS COMENTARIOS... ES UNA MANERA DE ENRIQUECERNOS, DE APRENDER.
UN BESO GRANDE.
PD LO DE LA MÉTRICA TUVE QUE ACLARARLO PORQUE UN VISITANTE ME LO HIZO SABER.
la espera es la sal de nuestras esperanzas... qué haríamos sin ellas?
el tiempo nos regala la llegada o el olvido, pero siempre es una luminosa llama que nos alumbra...
besos José Manuel
Muy bonito. Profundo
Publicar un comentario