Estoy de regreso
de la plenitud del sueño,
un rayo de sol despierta las verdes riberas
donde bebo de la inmensidad de tus dulces besos,
aquellos que me desgarraron desafiando la ternura.
El despertar en sigilo y descalzo,
resuena agudo en la memoria,
junto a tu cuerpo derramo
la profunda sombra en el cielo de tus ojos.
Me incorporo de la cama
donde sigues dormida como agua en el estanque,
las blancas sábanas cubren tu desnudez
cual rocío sobre las hojas de los árboles.
Tu piel desnuda sin límites
despierta a mi cuerpo, quieto y disperso,
la sed de beber tus sueños
para así poder sudar amor
por todos los poros de mi piel.
José Manuel Serna ®
8 comentarios:
Sueños que daríamos todo por hacerlo realidad.
Y, cuando son reales, debemos de luchar más por conservar.
Muy hermoso
Abrazos
¡Sudar amor!... me encanta.
"De ti depende y de mi, que entre los dos siga siendo ayer noche, hoy por la mañana" (Sabina)
Bonitos despertares.
Besos Jose Manuel.
Nada como un despertar vibrando de plenitud junto al ser amado.
José Manuel, ganas dan, al abrir los ojos así, de beberse hasta los sueños del otro, ir más allá de lo puramente físico y después, si acaso, escribir un poema como gratitud.
Besos
dulces sueños traspasando el instante del amanecer
dulce equilibrio entre la realidad y el deseo
la plenitud del tiempo sin horas...
que la realidad sea siempre la continuación de ese despertar
un abrazo
¡Qué hermoso es disfrutar de ese instante del despertar! Aunque a veces quisiéramos aguantar más entre esas sábanas. Ummm !!! Lo paladeo sobre todo el fin de semana...
Besos
Gracias por tus palabras,amigo.
Tu poema nos muestra con claridad la profundidad del sentimiento...
Me ha encantado el verso:"la sed de beber tus sueños..."Ahí vemos cómo buscas la esencia del alma femenina,donde reposa su autenticidad y su reflejo divino...
Mi felicitación por tu inspiración y amor a las letras.
Mi abrazo y feliz semana.
M.Jesús
despertares que reconquistan placeres y batallan rutinas
hermoso poema José
un poema que destila deseo y pasión
abrazoooooo
Este poema no le había visto, por eso me quedo aquí.
Despertar desde la desnudez de una cálida sonrisa, de un susurro en la espalda, de la calma en la almohada.
Un beso.
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