Voz cristalina,
cargada de inocencia,
que ofrecía la inevitable
presencia de la luz.
Voz brillante,
sonaba como soplo
sorprendente y vivaz
de las lenguas integras.
Voz intima,
presencia de la quietud,
de la música apacible,
del sueño y el éxtasis.
Voz impaciente,
de las sombras amadas,
nacimiento de la dulzura
y del embriagador placer.
Tu voz se derramaba
pura y desnuda.
Palabras que no dicen nada
y silencios que lo dicen todo.
JOSE MANUEL SERNA ®
6 comentarios:
Voces marcada a fuego en la memoria. Voces para el jamás olvido. Voces que calladas nos permanecen
Abrazos
Cuánta verdad hay en el final de este bello poema, José Manuel... tantas palabras que no dicen nada y tantos silencios que lo dicen todo.
Que tengas un año 2012 lleno de bendiciones.
Hasta la vuelta, un abrazo
Y cuanto más continúe la vida más silencios habrá entre los que parece que hablan...
Pero así es el camino... Sólo falta alegrarlo con luz , con mucha luz...
Cuánta razón tienes.
Casi siempre es el silencio el que más habla...
Gracias por pasar por mi blog y por quedarte.
Yo también me quedo por aquí.
Un abrazo.
Voces que calladas hablan,
que dan razones con el silencio,
que te abrazan de forma inesperada,
que abandonan su eco en el alma.
Bellos tus versos de voz Jose Manuel.
Besos.
Hoy me quedo aquí, en esta entrada, donde la voz se escucha desde tus palabras, la voz es la calidez de la esencia, de la transparencia, de la luz de tus versos.
Un beso.
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