PINTURA DE ROB HEFFERAN
Despertaste bruscamente
entre sabanas mojadas
y la lasitud del cuerpo
asedió la inconciencia
entre los trámites del sueño.
Saliste serena y descalza
al aire oscuro del jardín,
con el espíritu henchido
de pasión cristalizada
y los ojos fatigados de llorar.
Solo tu frente desbordada
y luminosa estremecía
la altura del momento
en esa frágil existencia.
Pretendías esconder la emoción
de tu cálido rostro,
con la tenue esperanza que brotaba
de los oscuros rincones,
donde inexpresivamente tu corazón
buscaba respuestas.
Se encendieron las luces
al tránsito de la muerte,
y el esplendor de tu cabello
habitó el sueño de los vivos.
José Manuel Serna©